UN JO O UN NINGÚ

És curiosa  la contradicció humana. És curiós com totes les persones, dia a dia, es contradiuen i expressen fal·làcies en forma de veu, escrit i acte.La filosofia humana és; digues mitja mentida i serà quasi una veritat completa. Així va tot. Expectatives pel 2014, anar a córrer, estudiar,estalviar, tot el que sempre es diu i mai es fa. És com una sensació pràcticament nova que volem experimentar, efímera,cada any, la despreocupació. Ja que és més fàcil el ; ja ho faran ,que el; ja ho faig ,ho estic fent  i ho faré. És una simple conjugació verbal que costa molt de fer.Dubta de tu mateix. “ Fes-ho i ets pell”; en el moment que tu, la única persona que té constància del teu propi “ JO “, dubtis del teu “JO”, se’t cruspiran. Per què?; Cal la redundància?La conjugació de verbs no és viable, ni tangible, ni  és res... És preferible la mitja mentida,el; dic que sí i és que no, o el; dic això ni que pensi allò altre, també el; em deixo portar per poder ésser un altre més. Aquí està el problema. El problema és el no voler fer dubtar als altres del seu  “ JO” perquè saps que per defensar el teu “ JO “, els altres, defensaran el seu no-JO, i ells volen que siguis menys, no més, sinó fas malament.El dubte, la consulta, l’autoreflexió i l’autocrítica, el saber com i qui ets i per què ets, això, forma el teu “JO”. Però atenció, sense mitges mentides, sense un sí que és un no, només  és el teu “JO” , aquell que ningú  vol i tampoc  accepta perquè és el que èticament és correcte i , a més ,  és aquell que defenses.Si no ho fas recíprocament, només seràs un àpat més en l’assignatura d’un professor, o aquella persona treballadora  que té el seu cap de departament el qual obeeix per no haver estudiat.
Sigues un Jo o un “ningú”...És curiós que el simple fet de buscar i recercar al teu “JO”  és l’incorrecte,  és el que et fa ésser diferent i desentonar en la situació per  expressar i mostrar el teu “JO”.Tots volen que dubtis del teu “ JO” per destruir-lo i construir un “ningú”, ja que donen per entès que el teu “JO”, és tan dèbil com el seu.        

Tiempo

Hay personas que persiguen el tiempo, otras que simplemente lo  ignoran,  pero este siempre está ahí. 

Dicen que el tiempo es oro y que la vida es un reloj que un día para, deja de funcionar, para luego volverse a activar y que la cuenta atrás vuelva a empezar. La vida es un reloj, las personas son las agujas y cada vez que pasa un segundo, una aguja se mueve, interactúa, siente , ama , respira , habla , se entristece… Siente todo tipo de emociones porque cada persona es diferente, con propósitos diferentes y emociones distintas, por lo tanto… ¿Qué es la vida? No es más que una simple aguja cohesionada con otra que le conlleva a vivir, a sentir, a expresarse… Las agujas giran y  el tiempo pasa, las personas envejecen , dejan de funcionar y se desactivan , es como un ciclo  que nunca se acaba , como un reloj. Pero este reloj que lo representa todo y nada a la vez ,  un principio y un final , no es más  que una pieza redonda metálica ,  sujetada por una cuerda , débil , a punto de romperse. Donde se ve un extremo y otro, la vida en  una parte y la muerte tan cerca en  la  otra , sujetándose uno al otro ,  casi  separado , pero junto todavía.

 Mientras tanto, el tiempo corre, se escapa, se evade…

Lágrimas ( Al estilo Marcel Proust )

Una gota me recorría, se impregnaba su olor. Pasaba por mi cara, y yo, tan solo sentía su dolor.  

El pecho quemaba, el sufrimiento, era constante. No me imaginaba todo eso, me transmitía impotencia, pero ella, simplemente se evadía y desintegraba todo ese daño interno. Empecé a pensar, a recordar, a volver a sentir y hasta a visualizar. Por qué. El porque de la lágrima, de dónde venía realmente, porque sufría tanto. La respuesta se hallaba ahí. Dentro de mi cabeza. Al lado de mi y  de mi escritorio, con mis manos frías y calientes a la vez, un poco sudorosas. Me tocaba el pelo, miraba abajo, mientras veía caer una lágrima tras otra y otra. Cogí un pañuelo para limpiarme y entonces lo sentí. Sentí ese olor, esa felicidad otra vez. Era ella. La belleza idealizada, esa diosa hecha persona. Era ella. La recordé con su pelo moreno, lleno de vida, de color, de felicidad, de dulzura. Simplemente volví a sentir, a verla. Pero volvía ese por qué. Recuerdos felices, el porque de una lágrima que me volvía a atravesar cada detalle de mi cara. Tenía la mente llena de instantes efímeros y además felices. Pero ella no era un recuerdo para mi del todo feliz. Nos acostumbramos a quedar con las cosas buenas de las personas, son las que perduran en la memoria y  que acabas recordando con felicidad. Pero esta lágrima no tenía nada de feliz, ni tan solo un porque ni un ¡por qué! Sin explicación, y sin exclamación. Me dejó su olor, su mirada. Pero tan solo eso. Para mí era poco, demasiada belleza quizá. Inalcanzables aptitudes para mí. Mi deseo, ella. Todos estos pensamientos se resumieron otra vez en un adiós y el redundante porque y doloroso ¡por qué! Todo acababa aquí, mi vida era ella y se escapó. No la supe conservar, ni cuidar, a penas querer. Mi melancolía  es aquí su perdición.  

La lágrima colgaba de la barbilla, se desprendió, tocó las hojas con escrituras y fotografías pegadas y se expandió.

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